jueves, 14 de junio de 2012

VIDEO OSTEOPATÍA PEDIÁTRICA EN UN HOSPITAL.
Ojalá algún día esto sea posible en los hospitales españoles, suena a utópico pero, en otros países como éste ya es una realidad. Ojalá, esto que ahora parece un sueño, sea algún día una realidad. Está en francés ,idioma que desconozco, pero muestra como un osteópata trata a un bebé en la misma habitación del hospital donde la madre dió a luz al bebé.http://youtu.be/xTiNIqlnlSU

miércoles, 13 de junio de 2012

ENTENDER LA OSTEOPATíA II

La Osteopatía está especialmente indicada en niños, ya que la etapa desde el nacimiento hasta la pubertad es la que más acusa las influencias internas y externas. Al ser en estos años donde la evolución y crecimiento es aún un hecho, donde numerosas estructuras están en formación y consolidación, es el tiempo donde la Osteopatía puede aportar ventajas definitivas. El niño tiene unos potenciales altísimos de adaptación y corrección. Estos son aprovechados por el osteópata, para incidir de forma sutil, suave, nada agresiva y con un profundo respeto hacia la naturaleza innata del niño.
La Osteopatía es como la Homeopatía dos disciplinas que pueden ayudar al niño en numerosas patologías y que no presentan ningún efecto secundario ni nocivo.

La Osteopatía Cráneo-Sacral en niños

Signos tan habituales, y a veces poco tenidos en cuenta como los siguientes, pueden tener origen en desarreglos en la capacidad de movilidad de los huesos craneales o en tensiones fasciales periféricas, sin que ello sea considerado como “patológico” por la Medicina convencional.
Nombramos algunos de ellos:

- Lloro excesivo antes de las comidas, tal vez no es un rechazo caprichoso a la comida, es posible que el niño esté intentando informarnos de que su diafragma está en espasmo y que comer supone un esfuerzo por una falta de apertura del conducto esofágico del diafragma.

Muchas veces la causa puede estar lejos de la zona visceral digestiva y hallarse relacionada, por ejemplo, con el nervio responsable de las funciones neurovegetativas digestivas, el nervio vago, en su salida craneal, en el agujero rasgado posterior entre los huesos occipital y temporal. Compresiones en esta zona pueden alterar la función digestiva, ser causa de náuseas y otras alteraciones.
El osteópata puede corregir estas tensiones y mejorar la relación entre niño-alimento.

- Dificultades en conciliar el sueño, pueden ser debidas a compresiones craneales sutiles que alteran los procesos circadianos del hipotálamo.
El osteópata libera estas compresiones y facilita la inducción del sueño.

- Esa tendencia que no agrada en muchas ocasiones a los padres de ver que el niño se chupa el dedo en una edad ya avanzada, es un mecanismo inconsciente para intentar bombear el paladar y corregir alguna disfunción de la bóveda craneal que puede estar repercutiendo en tensiones en otras partes del cuerpo. El reflejo de succión , es una técnica inconsciente del bebé para facilitar el bombeo craneal, después de la compresión sufrida por el parto. El mantenimiento de esta acción en los años siguientes por parte del niño, puede ser una manifestación de que existe alguna necesidad de mantener los bombeos.

- Un déficit de atención o dificultades en el aprendizaje o problemas de comunicación pueden ser debidos a pequeñas alteraciones craneales.

- Ciertas posturas que adopta el niño, por ejemplo al estudiar, y que a veces observan los padres, es muchas veces el sistema de compensación natural que encuentra el niño a desviaciones de la columna que se están produciendo.
El osteópata puede detectarlas y determinar si el origen es craneal, por ejemplo, por una ligera torsión del occipital, que provoca la rotación de la primera cervical con el cual se articula. Esa rotación de la vértebra provocará la adaptación de las siguientes, pudiendo ser causa de escoliosis.


Por tanto, el trabajo osteopático no sólo está enfocado a niños con trastornos claros, donde los síntomas se hacen evidentes, sino también para aquellos que lloran más, les cuesta comer o dormir, que son más proclives a contraer enfermedades, etc. En ocasiones se acepta que ese niño es de una determinada manera, sin buscar la causa y, por tanto, sin buscar el remedio.
A veces sólo se trabaja de manera preventiva, para evitar que pequeños trastornos se conviertan en enfermedades serias en un futuro.

La información de las posturas intrauterinas es de gran ayuda para el osteópata en el tratamiento posparto.
En caso de daño prenatal, es indispensable tratar al bebé tan pronto como sea posible, dentro de las veinticuatro horas siguientes al parto.
Esta primera intervención es tan importante como las visitas periódicas durante los primeros años de crecimiento, a la vez que se hace un seguimiento con el pediatra.

Las fontanelas craneales se cierran hacia el final del segundo año, y el cerebro triplica su tamaño en este tiempo. El córtex cerebral no está formado aún hasta los dos primeros meses de vida, es decir la parte cognitiva del bebé está por desarrollarse, y por tanto podemos ayudar a que el desarrollo neurológico en este tiempo sea óptimo.

El trabajo de un osteópata consiste en equilibrar las membranas, suturas y líquidos, con el fin de evitar una afectación en el crecimiento del cerebro subyacente.

Con la osteopatía craneal se actúa sobre el sistema nervioso (también sobre los nervios craneales); sobre la linfa, por tanto sobre el sistema inmunitario; sobre cada una de las estructuras del cuerpo y sobre el sistema vascular.

Las lesiones craneales afectan al cinturón escapular y pélvico, ya que el cuerpo posee fascias que interrelacionan estructuras a distintos niveles, por ello nunca hay lesiones aisladas.

Es importante la observación por parte de los padres: si el niño mueve los dos brazos y piernas por igual, si es inquieto o tranquilo, si aprende a hablar pronto, su forma de caminar, etc. Todos estos datos ayudan al osteópata en su trabajo.

Algunas de las indicaciones para el bebé, sería en los siguientes casos:

◙ Alteraciones traumáticas óseas, tales como subluxación congénita de cadera, problemas del paladar asociados al labio leporino ( en el trabajo sobre el maxilar postquirúrgico), deformación craneal, etc.
◙ Otras alteraciones “no traumáticas” como:
◙ Mala oclusión dental
◙ Problemas de succión de leche materna
◙ Estrabismo
◙ Sinusitis
◙ Dolor de cabeza
◙ Problemas de vías respiratorias
◙ Estreñimiento / Diarrea
◙ Problemas de comportamiento y aprendizaje
◙ Trastornos del sueño
◙ Hiperactividad
◙ Escoliosis, etc.
◙ … Y todo lo expuesto en el artículo

Es habitual encontrar a padres inquietos ante la idea de llevar a un terapeuta a su hijo recién nacido. Esto ocurre hasta que se conoce la manera tan sutil de actuar en una sesión de este tipo, en la que las manos del profesional “escuchan” las distintas partes del cuerpo del niño, haciendo las correcciones oportunas con idéntica suavidad. Se suele pedir la colaboración de los padres, apoyando con su presencia.

Una de las bases de la medicina natural es la de la prevención, y ¿por qué no prevenir lo antes posible? En países como Francia, Bélgica, Italia, Gran Bretaña, Estados Unidos, es habitual este trabajo desde los primeros días o meses de vida de los bebés. De esta manera evitamos la cronicidad de enfermedades futuras, sin padecer molestos síntomas durante años y abreviando el número de sesiones para restablecernos.

Deseamos que, con la colaboración de todos, podamos estar a la altura de otros países, y que el conocimiento osteopático llegue más a los hogares, para que nuestros hijos puedan beneficiarse de todas sus virtudes. Para que recuperemos nuestras miradas a los potenciales heredados de nuestra propia Naturaleza esencial.

lunes, 11 de junio de 2012


La osteopatía pediátrica

Cólicos, estreñimiento, diarreas, reflujo gastroesofágico, tortícolis congénito, bronquiolitis, trastornos del sueño, irritabilidad, asma, alergias, hiperactividad…Esta lista es sólo un ejemplo de alteraciones y desequilibrios que habitualmente presentan los bebés y que suele abordar la medicina tradicional.

Hay que tener en cuenta que, muchas veces, el origen de estas patologías asienta simplemente en tensiones del tejido blando del bebé (fascia, músculos, ligamentos…) o en restricciones o ausencia de movilidad de algunas articulaciones de su cuerpo.

Así presentamos la Osteopatía pediátrica como alternativa al tratamiento de todos estos problemas de salud que tanto afectan a los bebés y que en muchos casos afecta también de forma directa a su entorno familiar.

¿QUÉ TÉCNICAS SE APLICAN?

Fundamentalmente las que los Osteópatas denominan de “escucha” e “inducción”. A través de ellas, el terapeuta interpreta (escucha) lo que ocurre en el cuerpo del bebé y qué partes del mismo presentan esas restricciones del tejido, devolviendo (induciendo) de forma casi imperceptible el movimiento y calidad al tejido y eliminando de esa forma las tensiones.

¿CUÁNDO ACUDIR AL OSTEÓPATA?

Lo ideal es aplicar el tratamiento durante los 6 primeros meses de vida, que es cuando más efectivas son las técnicas gracias al gran potencial de cambio que presenta el bebé, y cuando mejores y más rápidos resultados se obtienen. No obstante el tratamiento se puede iniciar a cualquier edad, ya que la osteopatía es una terapia aplicada en adultos.

Es importante saber que es un tratamiento totalmente compatible con la medicina convencional y que no sólo es curativo sino también preventivo, es decir que siempre es recomendable acudir en los primeros meses de vida con el fin de detectar esos posibles desajustes que en el 70% pasan desapercibidos.

Existen casos en los que es particularmente recomendable acudir a una primera consulta osteopática, entre ellos, embarazos gemelares, cesáreas, partos de nalgas y podálicos, fórceps, ventosas, bebés prematuros… por el alto índice de traumatismos que pueden sufrir los bebés en estas situaciones

miércoles, 6 de junio de 2012

ENTENDER LA OSTEOPATÍA.
            
          El principio de la osteopatía es sencillo: "la vida es movimiento".Si algo está vivo se mueve. Es igual que giremos la cabeza, cerremos los ojos, que nuestro corazón lata o que el intestino empuje mediante movimientos peristálticos; cada una de las estructuras de nuestro cuerpo tiene movimiento aunque sea mínimamente perceptible.
          Si una estructura tiene un trastorno en su función, cambian sus movimientos. Por ello, el osteópata aplica técnicas suaves con sus manos para restaurar la movilidad correcta de la estructura y permitir que recupere su funcionalidad.
           El bebé, tras el duro parto en el cual su maravilloso cuerpo ha sido sometido a fuertes contracciones para avanzar por la pelvis hasta salir el mundo exterior, sufre tensiones en su cráneo, especialmente elástico en ese momento, así como en su columna y resto de estructuras, generando compromisos en la "movilidad" de dichas estructuras y que, de no ser tratadas, pueden acabar generando trastornos funcionales (irritabilidad, cólicos, estreñimiento...) o, más adelante, enfermedades o problemas estructurales (migrañas, asma, escoliosis...) así como impedir el desarrollo del bebé en todo su potencial.